Segunda entrevista en esta nueva temporada. Hoy presentamos a Alberto Caballero, ingeniero, padre, ejecutivo, lector... Y un apasionado del ajedrez ♟️ que le llevó a escribir su primera novela de ciencia ficción: Sacrificio, la variente Mieses, publicada por la editorial Soldesol.
¿Cómo equilibras tu vida personal y tu vida de escritor/a?
Por las noches. ¡No hay otra! Siempre he sido bastante búho y en mi familia son más de acostarse temprano, así que no faltan los momentos para escribir. Además, viajo mucho por trabajo, y aunque sigue siendo imposible escribir de día, ahí están las noches para ir avanzando con el libro o corrigiendo. Poquito a poquito.
¿Tienes algún lugar o entorno específico en el que te sientas más productivo/a al escribir?
Qué más quisiera que tener ese lujo. Escribo donde puedo, con tal de que haya silencio y no tenga hambre. En el sillón, en casa, o en una mesita en la habitación del hotel. A veces en la cama, con tal de poder colocar el portátil en un cojín y así proteger las piernas del calor que genera. Escribir no es bueno para mi espalda, lo sé.
Tengas o no un lugar o entorno específico… ¿Tienes alguna rutina o ritual creativo antes de empezar a escribir?
La verdad es que no. Todo depende de que haya tenido tiempo para pensar en la historia, que me haya rondado por la cabeza. A veces me planto delante del portátil y tras un rato lo cierro. Y eso es también escribir. La historia seguirá creciendo de algún modo. En la ducha, tendiendo la ropa, conduciendo… y saldrá cuando le toque.
¿Cuál es tu proceso creativo? Desde que tienes la idea hasta que escribes el libro.
Pienso en la historia durante semanas o meses, en alguna ocasión incluso años. Dejo que crezca, llevo a los personajes de aquí para allá en mi cabeza, surgen ideas que luego descarto. Hasta que por fin la tengo. Entonces hago un pequeño Word para que no se me olvide, eso que llaman escaleta, y ya puedo ponerme a escribir. Durante la escritura también sigue creciendo la historia, surgen cosas nuevas, personajes, subtramas, y también es maravilloso.
¿Qué consejo valioso sobre escritura recibiste en tus primeros años como escritor/a y que aún sigues aplicando?
Fue todavía en fase de lectores beta. Por algún motivo que te puedes imaginar había buscado en Youtube cómo afrontar las críticas. Lo necesitaba, aunque fuera para escuchar lugares comunes. El caso es que la youtuber en algún momento dijo “tu salto en la escritura llegará y cuando llegue ese momento lo sabrás”. Lo hizo con un énfasis en la mirada, se veía en sus ojos que estaba recordando el momento exacto, y conecté inmediatamente con ella porque yo lo había vivido así un par de semanas antes, con el siguiente manuscrito. Supe que estaba en lo cierto y me dio mucho ánimo y confianza.
Acabé aquel manuscrito en curso y luego, con tiempo y distancia desde el anterior (otro buen consejo) volví a abordarlo. Pude aplicar ese bagaje que ya tenía, y sobre todo encontrar soluciones a cuestiones de aquella crítica que me habían parecido acertadas.
¿Por qué elegiste escribir ciencia ficción? ¿Qué es lo que más te atrae de este género?
De momento, como autor, llevo dos historias. Aunque sean tres libros escritos, dos de ellos pertenecen a una trilogía. Y son muy diferentes. La primera parte de una premisa de ciencia ficción para plantear un thriller. La segunda es una ucronía con viajes en el tiempo que coquetea con la novela histórica. No tengo ni idea de qué escribiré después, pero sospecho que también tendrá algo de ciencia ficción. Y el caso es que no sé por qué.
¿Cuál es el mayor desafío que has enfrentado como escritor/a y cómo lo superaste?
Escribir, en sí, ya lo era. El primero de todos fue hacer una novela, con toda su complejidad. Después he tenido otros desafíos. Relatar sobre otra época histórica, narrar una batalla medieval, escenas de acción, subtramas románticas… Desafíos que no sabía cómo afrontar y que al final los resolví con oficio. Son algunos de los capítulos de los que más orgulloso estoy porque tuve que madurarlos mucho hasta que pude resolverlos.
¿Cuál es tu proceso de revisión y edición favorito para pulir tus manuscritos?
Volver y volver al manuscrito. La primera revisión la hago antes de escribir, algo que descubrí mientras trabajaba en el segundo libro. Para “calentar” leía el capítulo anterior, y ahí corregía muchas cosas. Ya he explicado que escribo por las noches, ¿verdad? Eso tiene sus peajes.
Otras veces, cuando ves que no fluye, también son buenas ocasiones para revisar y corregir. Y por supuesto uso la lectura en voz alta una vez que tengo el borrador completo, imprescindible para cazar repeticiones y rimas internas. Y luego volver a revisar, y otra vez.
¿Has tenido alguna experiencia memorable con un lector o fan de tu trabajo que te haya impactado profundamente?
He tenido (o tengo) betas maravillosos. La primera, un informe profesional, me ayudó mucho y siempre tendrá un sitio en mi corazoncito. Y el último que leyó Sacrificio me dio el empujón que necesitaba. Tuve la suerte de dar con otro autor con quien me identificaba y que se identificaba conmigo.
¿Cómo manejas las críticas y la retroalimentación negativa en tu trabajo?
Acabo de lanzar mi primera novela así que al momento de escribir estas líneas no he tenido reseñas. He tenido beteos e informes de lectura, claro, con críticas, pero siempre constructivas y sabiendo que el libro no está terminado, que estoy a tiempo de poner en práctica cualquier consejo que me parezca bueno. Así es mucho más fácil. Sé que luego es imposible que guste a todo el mundo, así que me mentalizo. Aceptaré las críticas, de eso estoy seguro. Que serán un mazazo… también.
SACRIFICIO, LA VARIANTE MIESES
¿Cuál fue la inspiración detrás de la premisa de este libro?
Una entrevista en La Resistencia, de Movistar. Como buena víctima de Gambito de dama me acababa de aficionar al ajedrez y entrevistaban al campeón español. Cuando Broncano se sorprendió de que el ordenador supera al hombre, y bromeó con que una rumba (esos robotitos que limpian el suelo) puede ganar al campeón del mundo, me vino la premisa de golpe. El primer capítulo, tal cual, y lo que ocurría después.
¿Cómo abordaste el proceso de construir el mundo o universo en el que se desarrolla la historia?
Necesito realismo. Tanto, que me metía en jardines. Si la historia parte de un proyecto secreto sobre la interfaz cerebro-ordenador, no podía ponerla en mi ciudad, Córdoba, ni en Madrid. Tenía que ser Silicon Valley. Y no me gustaba que fuera allí, que se pareciera a las películas, pero al mismo tiempo me parecía que le daba una pátina de verosimilitud. Y ahora, hala, a documentarse.
¿Hay algún personaje secundario en tu último libro que sientas que merece más atención o que tiene una historia interesante detrás?
Me encanta el Maestro Pepón porque vino solo muy poquito después de la premisa, como resultado de jugar tanto al ajedrez y ver muchos vídeos en YouTube. Ese streamer en concreto que veía tanto y me caía tan bien tenía que estar en la novela. Luego, la partida hizo que hiciera cosas, le pasaran cosas, y hasta que tuviera una mujer. Y esos dos personajes son mis preferidos.
A veces pienso que me gustaría tener éxito y que Netflix quisiera hacer la serie solo para que mi youtuber favorito pudiera interpretarse a sí mismo.
¿Cuál fue el desafío más grande que enfrentaste al escribir esta historia ?
Ya he dicho que escribir una novela era un desafío. Pasar de una premisa y algunas ideas a una historia completa. Ahí creo que tuve una epifanía: la trama iba sobre el ajedrez, ¿por qué no contarlo como una partida? Fue un puzle complejo, pero también me ayudó. La partida de ajedrez me reveló subramas, personajes, pero sobre todo una estructura. En realidad, una partida es una historia, con una trama bien definida sobre dos enemigos irreconciliables que tratan de superarse.
Tiene planteamiento, nudo y desenlace (que se llama apertura, medio juego y final). Nunca dejan de pasar cosas, con lo que engancha al lector, pero también tiene sus momentos de respiro, donde te paras a pesar. Es decir, tiene ritmo. Siembra cosas que luego recoge, como jugadas que parecen aisladas y después cobran importancia insospechada. En definitiva, el ajedrez ayudó a este escritor novato a conseguir una estructura y ritmo coherentes.
¿Cómo creaste la atmósfera y el tono adecuados para tu historia de ciencia ficción?
El tono es el del thriller, marcado por un enfoque realista y la tensión que aporta la partida de ajedrez. Pero es ciencia ficción porque la premisa solo es válida a partir de una tecnología que no existe (todavía).
Para mí la referencia fue Black Mirror, aunque esté feo que no sea un libro.
Intenta especular sobre una tecnología que no tenemos, pero que está a la vuelta de la esquina. Quizá incluso ya la han desarrollado en un laboratorio secreto. A partir de ahí se abren aplicaciones distópicas y eso es lo que marca el conflicto. Me centro en los personajes y las consecuencias del uso abusivo de una tecnología que, de otro modo, sería maravillosa.
¿Puedes compartir una escena o momento favorito de tu último libro y explicar por qué es significativo para ti?
Mi escena favorita sería un spoiler, así que prefiero compartir mi párrafo favorito. Me gusta porque marca el tono de la novela y también refleja el amor-odio por el ajedrez. Estoy seguro de que quien haya jugado lo entenderá:
“Quien piense que el ajedrez es de entre los deportes el más romántico, el más noble, se equivoca. Quien crea que sus jugadores son caballeros flemáticos, deportivos, elevados, elegantes, no ha jugado en su vida. No en serio, al menos. Sobre el tablero hay una batalla continua. Cada jugada, cada mínimo movimiento de peón, lo hace el rival pensando cómo puede hacerte más daño. Atacar tus debilidades, generarte problemas, causarte amenazas, incansable, golpe a golpe, hasta que logre aniquilarte.”
¿Puedes compartir alguna anécdota interesante o curiosa que ocurrió durante el proceso de creación de tu último libro?
Como he dicho cada capítulo está marcado por un movimiento de pieza, y había uno que me pareció con poca chicha. La dama podía atacar, pero en lugar de eso se iba a una casilla insulsa ¡y encima el análisis del ordenador decía que era el mejor movimiento! Tenía que encogerme de hombros y aceptar que tendría dos capítulos de relleno, usarlos para desarrollar personajes y que el otro bando preparara su ataque con la torre. Al fin y al cabo, había escogido una partida entre dos grandes maestros. Ya muy avanzado en la novela me di cuenta de que la reina estaba amenazando a la torre y mate al mismo tiempo. La historia ganó una barbaridad.
El mejor modo de preparar un ataque es cuando parece que te defiendes de tu enemigo. Ahora la detective podía ir a por el abogado y este hacer un contrataque camuflado como maniobra defensiva.
¿Tienes proyectos futuros en mente dentro de estos géneros? ¿Nos puedes dar un adelanto de lo que está por venir?
Y tanto. Una trilogía de ciencia ficción. Concretamente una ucronía con viajes temporales, que explora un mundo en el que Granada no fue conquistada por los reyes católicos. Hoy en día el islam es la fuerza hegemónica y los cristianos los que llevan las de perder. Un grupo de estos perdedores de la historia descubre el modo de viajar en el tiempo y planea un viaje que alterará el destino de la humanidad. Ya tengo dos de los tres libros escritos. Y estoy enamorado de esta historia.
¿Cuál es la última línea de tu último libro publicado y qué significado tiene para la historia?
Última frase: “Con enorme vértigo percibe con claridad cómo toma la pieza con su mano y, muy despacio, la hace volar sobre los escaques hasta su destino final: Dama c6.”
Me encanta porque cierra una subtrama. No el conflicto principal, ese queda resuelto. Pero hay una subtrama menor que se resuelve con una jugada de ajedrez. Y ahí queda el tablero con sus piezas, impreso en el libro, para que el lector adivine si gana o pierde una partida crucial. Es el único instante en el que hace falta saber jugar al ajedrez para entender la novela. Y me encanta dejarlo así, un final cerrado que parece abierto, en forma de adivinanza.
Como prometí a mis lectores que no es necesario saber de ajedrez para disfrutar el libro, en la nota final indico la palabra clave que tiene que introducir en mi web para acceder a la explicación. Es también un modo de invitar al lector a llegar hasta ella y, quizá, quiera establecer un pequeño diálogo, contarme qué tal.
Una historia que es al mismo tiempo una partida de ajedrez: capítulo a capítulo; movimiento a movimiento.
Albaida, el hombre que pudo tenerlo todo, se encuentra al borde del suicidio. Sus sueños de grandeza se los llevó el paso inclemente de los años. Hasta que se encuentra ante la posibilidad de convertirse en el más grande ajedrecista de todos los tiempos. Una luz al final del túnel, aunque sea a través del fraude. Para lograrlo, no dudará en asesinar a su mejor amigo.
Jacqueline Quinn, detective asignada al caso en la comisaría de Palo Alto, es la única que puede detenerlo. En su huida hacia delante, Albaida deberá recurrir al crimen una y otra vez, nuevas piezas cobradas sobre el tablero.
Solo uno puede dar jaque mate.
Página web: www.albercab.es
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